Las calderas de condensación son máquinas que producen agua caliente a baja temperatura, entre 40-60 ° C, y su principal característica y diferencia frente a las calderas convencionales atmosféricas y estancas es que las calderas de condensación reutilizan parte del vapor de agua generado por la combustión. Otorgándoles un alto rendimiento y por lo tanto emisiones más reducidas de CO2.
¿Cómo funciona una caldera de condensación?
Los hidrocarburos son compuestos orgánicos, formados por átomos de carbono (C) e hidrógeno (H), cómo podemos ver en la imagen, su estructura se forma con un centro de átomos de carbono unidos por átomos de hidrógeno.
Caldera de condensación |
Cuando estos dos elementos se combinan con oxígeno (O2), generan agua en estado gaseoso (H2O) y dióxido de carbono (CO2).
De este resultado obtenemos que por cada kg de agua generada de la combustión, en forma de vapor, se generan hasta 2.260 kilojulios (KJ) de energía térmica, si esta se condensase.
En las calderas estancas o atmosféricas, esta energía se desperdicia, enviándola al exterior, a la atmósfera.
Para poder condensar y reutilizar el vapor, las calderas de condensación necesitan tratar el agua a una temperatura de entre 60 y 70 grados centígrados (las calderas convencionales, trabajan a 90 grados) y evacuar los gases a una temperatura inferior a los 100 grados, por lo que no se desperdicia esta temperatura, que en las calderas convencionales llega a ser de hasta 150 grados.
Esquema de funcionamiento de calderas de condensación.
1- Entrada de gas.
2- Entrada de aire.
3- Salida de gases quemados.
4- Retorno desde emisores.
5- Ida a emisores.
6- Agua condensada.
Rendimiento de las calderas de condensación.
Dado que las calderas de condensación reutilizan el vapor generado en la combustión, el rendimiento es llega a ser de hasta un 120%. Esto se explica por el hecho de que las calderas convencionales, tienen un poder calorífico de entre un 70 y un 90%, y esta nueva tecnología de las calderas de condensación y su aprovechamiento, incrementa el poder calorífico estándar, marcando incrementos en la eficiencia. Por esta razón las calderas de condensación se consideran mayores en rendimiento.
Beneficios de las calderas de condensación:
Cómo comentamos, el incremento en el aprovechamiento del poder calorífico, conlleva una disminución en el consumo de combustible, por lo que con las calderas convencionales podemos llegar a ahorrar hasta un 30% más en el consumo de gas.
Son más ecológicas ya que reducimos las emisiones de CO2 emitidas. Y por tanto contribuimos a la sostenibilidad del medioambiente.
A largo plazo son más económicas, aunque a priori son un poco más caras que las calderas convencionales, las calderas de condensación nos permitirán ahorra hasta un 30% más en el consumo de gas.